miércoles, 9 de febrero de 2011

Del Sordo



Lo primero que el sordo le pidió fue que le cortara la lengua a un desobediente.
Dos semanas más tarde, Once ya era hábil hablando con gestos. Del sordo la elocuencia en un adversario solía representar cierto peligro, el carácter -sin embargo- seguía siendo el factor primordial en la determinación de la peligrosidad de un interno, pero el pibe carecía de tal cosa. Quizás la indeterminación de su rostro provenía de la naturaleza de esta falta. Ausencias aparte, el guacho se mostraba competente en tareas de emboscada y vigilancia. Estos encargos requerían introducirse en largos períodos de ayuno e insomnio.

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